Los rayos de luz que ves en la imagen se llaman rayos crepusculares subacuáticos o, más comúnmente, rayos de Dios (God rays) cuando se habla en fotografía y arte.
En términos científicos, este fenómeno ocurre por dispersión y refracción de la luz solar al entrar en el agua. La luz atraviesa la superficie, se dispersa por las partículas suspendidas y crea haces visibles debido al contraste entre luz y sombra.
Cuando los rayos solares atraviesan la superficie del mar, cambian de dirección debido a la diferencia en el índice de refracción entre aire y el agua. Este efecto se intensifica si la superficie presenta ondulaciones, ya que cada ola actúa como una lente que concentra o dispersa la luz.
Dentro del agua, la luz interactúa con partículas en suspensión, dispersándose en múltiples direcciones. Esta dispersión, junto con la absorción selectiva de longitudes de onda (el rojo desaparece primero, predominando los tonos azules y verdes), da lugar a los haces visibles.

Un mayor nivel de concentración de partículas en el agua hará más visible este fenómeno, porque aumenta el contraste entre zonas iluminadas y zonas oscuras.