El verde del estanque de Mataleñas no es pintura, ¡es vida!
Su color proviene de algas microscópicas que prosperan con el sol, nutrientes y agua casi quieta. Un fenómeno natural que transforma el parque en un rincón mágico.
El color intenso se debe a la proliferación de algas microscópicas y lenteja de agua.
Hay diferentes factures clave para esta proliferación: luz solar abundante, nutrientes (fósforo y nitrógeno) arrastrados por el arroyo y agua estancada, ideal para que las algas florezcan.

Este fenómeno, llamado bloom, es natural, pero si se descontrola puede reducir oxígeno y afectar la fauna.